La glándula tiroides se localiza en la parte anterior del cuello; su trabajo es formar las hormonas tiroideas y entregarlas a todos los tejidos del cuerpo.
Las hormonas tiroideas ayudan al cuerpo a utilizar la energía, mantener la temperatura corporal y a que el cerebro, el corazón, los músculos y que los órganos en general funcionen correctamente entre ellos el sistema reproductor.
La alteración en esta glándula puede ocasionar infertilidad, alteraciones en el embarazo e inclusive la pérdida del mismo embarazo. Todas las formas de enfermedad de la tiroides son más comunes en mujeres que en hombres. No está claro por qué es anormal con mayor frecuencia en mujeres y también en las adolescentes.
Tanto el hipertiroidismo (aumento anormal de su función) como el hipotiroidismo (disminución anormal de su función) tienen efectos significativos sobre el metabolismo de los estrógenos y andrógenos, la función, ovárica, en la función menstrual, y por lo tanto finalmente en la fertilidad.
Las hormonas tiroideas juegan un papel importante en la implantación y el embarazo temprano. La disfunción tiroidea en forma de hipotiroidismo que es el tipo de enfermedad hormonal más frecuente en la mujer con infertilidad y que afecta a casi 5% de la población de Estados Unidos se asocia con un mayor riesgo de sub fertilidad y resultados del embarazo adversos, que incluyen complicaciones gestacionales como desprendimiento de placenta, parto prematuro, y aborto espontáneo.
La autoinmunidad tiroidea (las defensas del cuerpo atacan a la tiroides provocando una disminución en su función) que es la causa más común de hipotiroidismo en mujeres en edad fértil y que se identifica hasta en el 17% de las mujeres en todo el mundo, también se ha asociado de forma independiente con resultados reproductivos adversos y es que la presencia de autoanticuerpos tiroideos se asocia con un riesgo de dos a tres veces mayor de aborto espontáneo y parto prematuro. Además, en mujeres aun con función tiroidea normal, los anticuerpos anti tiroideos se han observado que provocan parto prematuro y aborto espontáneo.
¿Qué hacer? Es importante aclarar que las alteraciones tiroideas a pesar de sus graves efectos adversos pueden tratarse y controlarse si son detectados a tiempo, dentro del protocolo de estudio a la pareja con problemas de fertilidad, nuestros especialistas reproductivos de cedigine, revisan de forma detallada la función tiroidea por su importancia como ya se mencionó y en caso de detectar alguna alteración se da el tratamiento y seguimiento adecuado antes de iniciar con su tratamiento de fertilidad.
De igual forma durante el embarazo se valora la función tiroidea en especial si la paciente tiene antecedentes de abortos, o si tiene ya el diagnóstico antes del embarazo de enfermedad tiroidea y de ser así su embarazo será llevado con especial atención por nuestros especialistas en embarazo de alto riesgo.
AUTOR: Luis Castillo Rosas.